Descripción puntual de los pasos que siguió Sherlock Holmes, en la novela de Sir Conan Doyleen "Estudio en Escarlata", para llegar a las conclusiones que expuso y por qué fueron distintas a las elaboradas por Scotland Yard.


1. Observación.

Holmes utiliza primeramente una metodología observativa, decide no hacer ninguna conjetura sin haber visto con detenimiento alguna rendija de evidencia en la escena del crímen. Al llegar, comienza a generar ideas con notas de campo, a partir de la minuciosa observación de los detalles de aquel acontecimiento, sobre cómo procedería a continuación para resolver el asesinato. Recopiló datos haciendo preguntas, analizó la situación por cuenta propia y organizó lo que consideró en ese momento como pruebas indispensables para la consolidación del caso.

2. Hipótesis y deducción.


Al contar con una amplia gama de ideas, datos y detalles procedió a generar hipótesis basadas en lo que había logrado recopilar en la escena del crímen. Una de ellas fue suponer que el anillo encontrado en el suelo estaba directamente relacionado con el homicida. Otra fue que el homicida era de género masculino, alto, joven, de cara rubicunda, largas uñas y pies pequeños con botas toscas de puntera cuadrada y quien fuma cigarros de Trichinopoly, que arribó a la casa deshabitada con su víctima en un coche de alquiler y que la muerte fue producida por envenenamiento.

3. Comprobación.

Intenta deducir la situación real para tener algo sólido en cuanto a la investigación, y comienza a tratar de probar los datos obtenidos de alguna forma. Envía un telegrama, entrevista al oficial que descubrió el cuerpo, coloca un aviso en un periódico como señuelo para el probable asesino y encarga a pequeños vagabundos callejeros que encuentren a un cochero en particular. Eventualmente logró obtener más información consolidada, a partir de la noticia de la muerte de su único sospechoso, Joseph Stangerson. Con este nuevo crimen, las coincidencias empiezan a ser sig­nificativas y ayudan en la resolución del enigma.


 "Constituye un error confundir la extrañeza con el misterio. El crimen más común es a menudo el más misterioso, dado que no presenta rasgos novedosos o especiales que nos sirvan para hacer deducciones. ( ... ) Esas peculiaridades, lejos de volver el caso más difícil, en realidad lo han simpli­ficado"