En mi segundo recorrido, decidí comenzar visitando el área de cafetería y algunos consultorios. En el hospital, los pacientes suelen desayunar más de lo que acostumbran en sus casas, o simplemente algo diferente. A muchos les desagrada la comida de este lugar pues se siguen ciertas pautas para su preparación, para que ésta sea lo más “saludable” posible. Procedimientos que no suelen ser un hábito entre los mexicanos ni en sus menús, como lo es la ausencia de condimentos o utilizar técnicas al vapor mayoritariamente.


Se sabe o es de suponer que la comida de hospital debe ser lo más nutritiva posible, pero hay muchas señales que he observado al haber pasado tanto tiempo en él a lo largo de mi vida, que me dicen que las pautas que se siguen no son las mejores. Un ejemplo sería un plato con una fruta hervida sin cáscara. Si bien, el propósito principal de esto debe ser la sencilla asimilación o digestión de la fruta, no es lo más recomendable o la mejor forma de consumirla para el mayor aprovechamiento de sus nutrientes. Las gelatinas son uno de los alimentos más comunes recomendados para los pacientes que se encuentran en estados más delicados y que necesitan de cuidados extras o especiales, pero la gelatina en sí, está compuesta mayormente de colorantes y endulzantes artificiales. Estos son detalles que he logrado ver en repetidas ocasiones, y que dudo deje de ser un problema a corto plazo, pues es algo muy arraigado a la costumbre de este hospital y de muchos otros del país.


Al continuar mi recorrido, llegué al área de endocrinología, donde me encontré con una paciente de nombre Esperanza, con quien había acordado el día anterior hacer una entrevista relacionada a su enfermedad y sus hábitos en la actualidad. Grabé la conversación, pero no me será posible publicarla, pues ella se sentía incómoda con la idea, por lo que opté por transcribir la entrevista en cuestión.

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Transcripción de la entrevista realizada a una paciente con hipotiroidismo del área de endocrinología del Centro Médico de Especialidades:


S: Hola, Esperanza. Muchas gracias por aceptar ser parte de esta entrevista. Procederé a hacerte unas cuantas preguntas acerca de tu estilo de vida en la actualidad y la situación que enfrentas hoy en día que, tengo entendido, es el hipotiroidismo, ¿es correcto?
E: Sí, así es.


S: ¿Cuándo fue la primera vez que te diagnosticaron?
E: Hace poco más de un año. En mayo del 2016.


S: ¿Qué percances has tenido que afrontar desde que te diagnosticaron? ¿Podrías contarme tu experiencia?
E: Subí mucho de peso en un corto período de tiempo, lo que ocasionó que me aparecieran estrías en casi todo el cuerpo. Tuve que comprar mucha ropa nueva, pues la que tenía, en un lapso de medio año dejó de quedarme. Me sentía más cansada de lo normal. Mis cambios de humor han sido uno de los aspectos que más notorios han sido, pues hay ocasiones en las que me siento extremadamente molesta o triste. Mi piel y cabello se resecan con mucha facilidad y sufro de amenorrea, aunque este último problema ya venía sucediendo desde mucho antes.


S: Ya veo. ¿Fueron estos síntomas los que te llevaron a acudir al médico?
E: Sí, aunque el que más me preocupó fue subir tanto de peso en tan poco tiempo.


S: ¿Qué fue lo primero que tuviste que hacer?
E: Tuve que hacerme un análisis clínico. Fue un exámen de perfil tiroideo. Luego mi médico comenzó con un plan de tratamiento para mí.


S: ¿Qué tratamiento realizaste?
E: Me prescribieron antitiroideos. Por suerte mi hipotiroidismo no era autoinmune, por lo que mi tratamiento me ha ayudado a mejorar y no será de por vida.


S: ¿Que te ha motivado para seguir este tratamiento?
E: El hecho de que he logrado bajar de peso y que ya no me sienta tan cansada todo el tiempo. Me siento mucho mejor.


S: ¿Cual solía ser tu alimentación antes de ser diagnosticado?
E: Consumía de todo, pero no era una buena alimentación. Lo que más comía eran carbohidratos y grasas.


S: ¿Hoy en día tu alimentación sigue siendo la misma?
E: No. Mi médico me dijo que necesitaba hacer varios cambios en ella. Muchas cosas que consumía tuve que dejarlas de consumir pues eran la razón por la que mi hipotiroidismo comenzó, en primer lugar. Tuve que acudir a un nutriólogo para que me ayudara con esto. Fue muy difícil al inicio, casi siempre empezar algo es lo más difícil, pero después de un tiempo fue más sencillo para mí.


S: ¿Qué otros hábitos has dejado? ¿Qué cambios has hecho desde entonces a tu rutina?
E: Además de la alimentación y de la ingesta de medicamentos, tuve que comenzar a hacer ejercicio, pues llevaba una vida muy sedentaria. Ahora corro 3 días a la semana y voy a clases de natación cada sábado. También comencé una terapia psicológica que me ayudara en el proceso, pues algunos de mis hábitos poco saludables se debían a mi depresión.


S: ¿Crees que tu depresión fue la causa de tu enfermedad?
E: Creo que por eso mis hábitos alimenticios eran muy malos a causa de que no tenía motivación para esforzarme en mejorar ese aspecto, lo que eventualmente hizo que me enfermara de esto.


S: Si pudieras cambiar algo, ¿qué sería?


E: En definitiva, hubiera acudido a terapia y hubiera comenzado con mi actual rutina mucho antes y así haber podido prevenir otras enfermedades.