Me he dispuesto a visitar uno de los hospitales más grandes de la ciudad. El Centro Médico de Especialidades fue inaugurado el 22 de Julio de 1949 y fue fundado por un grupo de médicos de las ciudades vecinas (Cd. Juárez y El Paso, Tx), con el objeto de observar los alrededores y algunos cuantos pacientes del lugar. Por la mañana, al entrar en la planta de Oncología, me encuentro con la misma situación que desde hace 10 años, cuando mi madre fue diagnosticada con cáncer por primera vez:
Pacientes en la sala de espera, con la incertidumbre de no saber qué les deparará el futuro a ellos o a aquellos a quienes acompañan en su enfermedad.
Muchos creen que una vez que el cáncer está presente y ha tocado sus cuerpos, sólo es cuestión de tiempo para que la muerte se avecine, como si fuera una bomba mortal de la cual es imposible escapar. Pero después de años de investigación autónoma casi he llegado a la conclusión de que aún existen posibles curas y de menor impacto negativo como lo son los tratamientos médicos convencionales: la radiación y quimioterapia.
Son tratamientos que han resultado ser de cierta "utilidad", aunque no óptima, para la resolución de este problema tan grande que afecta a millones de personas alrededor de todo el mundo. Pero,¿dónde fueron originados?
"Los inicios de la moderna era de la quimioterapia pueden ser relacionados directamente con el descubrimiento de que el gas mostaza, un agente químico de uso militar, podía ser usado con efectividad para el tratamiento contra el cáncer."
¿Qué tan efectivo puede llegar a ser un tratamiento tan invasivo, que en sus inicios fue empleado fundamentalmente como arma de guerra junto a otros productos químicos para incapacitar y contaminar y que suele conllevar consecuencias como la muerte por asfixia agónica?, ¿Pórqué son tantas las personas que hacen uso de este método o que permiten el uso del mismo en sus propios cuerpos?
Casos:
Hace casi tres años, Victoria fue diagnosticada con cáncer de colon. Su edad al momento del diagnóstico fue de 63 años. Hoy, ella tiene 65 años. Recibió el diagnóstico con sosiego y toleró bien la quimioterapia. Considera que el hecho de ser enfermera la ayudó a entender lo que le estaba pasando. Normalmente vive sola en su domicilio y ha podido mantener su vida cotidiana hasta que por un problema de una posible metástasis cerebral tiene pérdida de equilibrio y necesita estar acompañada. Por este motivo ha ingresado en un centro de cuidados paliativos. Según Victoria los cuidados paliativos tienen la función de hacer la vida más fácil para aquel que se encuentra leyendo las últimas páginas del libro de su vida, por lo que está muy agradecida. Victoria valora positivamente el trato que ha recibido tanto en Oncología como en Cuidados paliativos y está muy agradecida porque considera que la enfermedad le ha dado la oportunidad de conocer a personas maravillosas, incluso comenta que “merece mucho mas la pena todo aquello de positivo que a mi me ha aportado una enfermedad como un cáncer, que todo lo negativo que haya podido producir eso en mi entorno y en mi vida personal”. Ella recomienda que no se pierdan las ganas de vivir. El hecho de ser creyente le ha sido de gran apoyo.
Mario es un hombre que acudió al médico porque le alertó el sangrado que tenía por las heces. Después de varias pruebas le indicaron que tenía un tumor en el colon que había que quitar. Para él una de las etapas más difíciles ha sido cuando ha tenido que estar ingresado en el hospital durante más de 3 meses, cuando esperaba que fuera sólo unos días. Valora mucho los cuidados que recibe de su mujer e hijos, que le han acompañado cada día y noche. Conoce a otras personas que han tenido el mismo problema pero que han tenido mejor suerte, ya que con una operación se suele resolver el problema. Sin embargo en su caso, por varias complicaciones ha tenido que operarse cuatro veces. Lleva una bolsa por la que expulsa las heces y que ha aprendido a cuidarse él mismo. Tanto los profesionales sanitarios del equipo de Paliativos como su familia le ayudan con estos cuidados. Debido a este problema considera que no puede bañarse en la playa y eso le desconsuela mucho ya que siempre iba a la playa con la familia todos los sábados. Sin embargo, constantemente dice que ha tenido que asumir lo que le ha pasado y que no merece la pena ponerse nervioso. Le gustaría saber cuánto tiempo le queda de vida pero al final piensa que cada día es un regalo y con eso es suficiente. Le preocupa que la enfermedad le lleve a depender de otros para lo básico y espera que eso no le ocurra. Está tranquilo por haber dejado el testamento ya resuelto para que las cosas sean como a él le gustaría que fueran. En cuanto a los profesionales considera que deberían informar mejor y tratar mejor a los pacientes.
El desarrollo de medicamentos contra el cáncer se ha convertido en una industria multimillonaria. No obstante, son muchas las personas que confían en estas "curas", dejándolas como su última opción y su última esperanza de vida. ¿Porqué estas personas confian tan plena y ciegamente en tratamientos y medicamentos creados para combatir el cáncer, dentro de una industria que, se quiera o no, se beneficia de la existencia de esta enfermedad? Siempre he creído que no hay mucha ganancia en una sola cura, sólo en tratamientos de por vida. ¿Cómo podemos estar seguros de que no somos más que el blanco de un mero beneficio monetario ajeno a nosotros?
La razón por la que decidí escoger esta área en específico, es porque el cáncer es una de las afecciones más comúnes que pueden tener un origen no sólo genético (ser portador de mutaciones genéticas que la hagan más susceptible de desarrollarse), si no por ser una afección que puede originarse de una mala alimentación, y por lo tanto, también prevenible con una nutrición enfocada en el funcionamiento óptimo del organismo.
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